Ubicada frente a la torre del palacio. Se data de principios del siglo XVIII. La fachada aparece fechada en el 1732, por lo que es de suponer que éste sea el año en que finalizaron las obras, que tuvieron que duró unos 15 años, una vez disminuidos los efectos de la Guerra de Sucesión. Se trata de una iglesia con planta de nave única, con cinco capillas laterales, cuadradas y intercomunicadas. La primera capilla a la derecha de la entrada es la parte del campanario, lo que explica que esté cerrada frontalmente. La planta del ábside es cuadrada, un poco más estrecha que la nave. Al nivel del teórico crucero se ha ampliado una capilla lateral.
Las capillas laterales se abren con arcos de medio punto, soportadas con pilastras coronadas por capiteles. Las capillas quedan separadas unas de otras por los contrafuertes que reciben los esfuerzos de la vuelta, en el frente de los que aparecen pilastras mayor que las anteriores, coronadas por capiteles corintios sobre los que descansa el entablamento.
La nave está cubierta con bóveda de cañón con lunetos. Estas vueltas están soportadas por arcos feixassos, entre los cuales y debajo de cada luneta aparece una ventana. Las capillas laterales se cubren con bóvedas Vaides. La composición de la fachada es muy sencilla, no teniendo decoración exceptuando el portal de entrada, ejecutado en su totalidad con piedra arenisca, con pilastras acanaladas laterales, entablamento rematado con pináculos y hornacina central. La fachada oculta la cubierta de teja árabe a dos aguas, siendo la parte superior una falsa fachada. El campanario está situado a la derecha de la fachada, presentando dos fases de construcción, el original con pilastras y entablamentos, y el añadido con contrafuertes a modo de arbotantes.
Hay varias casas del siglo XIX, pero hay que destacar La casa de la Señorita de la Baja, la fachada de la que ha sido recientemente restaurada.